Hacienda prevé alza del gasto fiscal de 5% en el II semestre y no descarta más medidas de impulso
Hermann González ratifica la meta de crecimiento del Gobierno de 3,2% tras débiles cifras de junio y ve efecto “positivo” si avanzan reformas.
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Las débiles cifras de actividad industrial conocidas ayer no le quitan el sueño a Hermann González. El jefe de asesores y coordinador macroeconómico del Ministerio de Hacienda enfatiza que “siempre supimos” que las cifras del primer semestre serían bajas, enumerando una serie de factores que llevarán a una “importante recuperación” en la segunda parte del año.
- ¿Cuán probable es crecer al 3% tras los débiles datos de junio?
- Efectivamente, las cifras conocidas ayer estuvieron por debajo de lo esperado. Hay varios factores que afectan las cifras en junio, como el paro en Chuquicamata y un día hábil menos. Ahora, siempre supimos que el Imacec de junio no iba a ser un buen dato, pero esperamos que la economía empiece a ganar dinamismo a partir de julio y tener un segundo semestre mucho mejor.
En ese sentido, nuestra proyección de crecimiento de entre 3% y 3,5% -con un sesgo a la baja- es algo que mantenemos. Algo que institucionalmente no cambiamos porque el momento para hacer una revisión de esa cifra es el próximo Informe de Finanzas Públicas, a inicios de octubre. Ahí incorporaremos las cifras negativas que vimos el primer semestre y los mejores datos que anticipamos para el segundo semestre.
- Pero es más complejo hoy alcanzar ese piso del 3%, ¿no?
- Es un objetivo bien exigente, sabemos que no es fácil, pero queremos ponernos objetivos desafiantes en materia de crecimiento. Si logramos crecer 3%, o algo por sobre esa cifra, va a ser una muy buena noticia en el contexto mundial y regional que estamos viviendo. Hay varios elementos que permiten ser optimista respecto del segundo semestre del año.
Nosotros estamos tomando medidas concretas en esa dirección, en particular con el lanzamiento de la Agenda de Aceleración Económica que empezará a inyectar actividad en el segundo semestre de este año y que va a continuar durante 2020. La política monetaria también está haciendo lo suyo para apoyar el crecimiento. Por lo tanto, hay elementos suficientes como para esperar que la economía tenga un mejor segundo semestre y un muy buen 2020. No hay que olvidar que el FMI y el Banco Central acaban de revisar al alza el crecimiento proyectado para el próximo año. El primer semestre de este año está jugado, pero el año no está jugado, falta ver qué ocurrirá el segundo semestre.
- ¿Qué rol jugarán las reformas en un cambio de expectativas?
- Uno de los elementos fundamentales a tomar en cuenta es el avance de las reformas estructurales en el Congreso. Estoy convencido que eso favorecerá el ánimo empresarial, generará un efecto positivo en las expectativas de los empresarios y los consumidores.
- La reforma tributaria se apresta a cumplir un año de trámite en el Congreso. ¿Cuánto está retrasando la recuperación?
- No es positivo, siempre es necesario que proyectos de esta magnitud se discutan bien y es importante que el Congreso se tome el tiempo necesario para escuchar a las partes involucradas, pero hay un trade off que hay que tener en cuenta, ya que sabemos que la incertidumbre que está generando la postergación de la reforma está paralizando proyectos de inversión, lo que no es positivo para el crecimiento económico. También, considerando que el proyecto mismo incluye medidas de incentivo a la economía.
Hay incertidumbre respecto de lo que va a salir del Congreso y la incertidumbre no es amiga de las decisiones de inversión.
- ¿Están evaluando nuevas medidas de aceleración económica?
- Estamos siempre mirando distintas posibilidades para apoyar el crecimiento. Uno de los objetivos del Gobierno al llegar en 2018 fue recuperar la capacidad de crecer, junto con fortalecer las finanzas públicas, por lo tanto nunca estaremos cerrados a la opción de tomar nuevas medidas que permiten acelerar o sostener el crecimiento.
- El gasto público creció 2,7% en el primer semestre. ¿Debemos esperar un impulso esta segunda parte del año?
- Sí. Si uno mira que proyectamos que el gasto público crezca 4% este año, debiéramos tener un crecimiento del gasto público del orden del 5% en el segundo semestre. Vamos a tener un crecimiento significativamente mayor del gasto en el segundo semestre para cumplir la meta del año. Ahí están contempladas también las medidas anunciadas en la Agenda de Aceleración Económica. El gasto público va a tener un rol más relevante en la segunda parte del año de la que tuvo en el primero, y eso contribuye también a tener un mejor segundo semestre. Hay que recalcar que esto se da en el marco de la regla fiscal, no hemos modificado nuestro objetivo fiscal, no estamos incumpliendo la regla fiscal.
Respuesta a Micco: "Reforma de 2014 fue negativa para el crecimiento"
- El exsubsecretario Alejandro Micco dijo que la mayor recaudación obedeció a la reforma de 2014 y no del mayor crecimiento económico. ¿Qué le responde?
- Las cifras de la Operación Renta son claras respecto a qué explicó la mayor recaudación este año. Dos tercios de la mayor recaudación se explican total y absolutamente por el mayor crecimiento y precio del cobre, y solo un tercio responde al aumento de la tasa de impuesto corporativo.
Lo que no se puede hacer es que a partir de la Operación Renta de 2019 se haga un análisis de toda la reforma tributaria de 2014, ya que afectó a una serie de impuestos distintos, fue una reforma muy grande. Hay una serie de otros factores que han aparecido en los últimos cuatro años y que son muy difíciles de aislar. Estamos trabajando con el SII en esa línea, pero por mencionar algunos ejemplos hay que destacar que en los últimos cuatro años hubo un fuerte descenso de la evasión tributaria, atribuible a la implementación de la factura electrónica, algo que nada tiene que ver con la reforma tributaria. Por ejemplo, en el último año la recaudación por el impuesto a los cigarrillos ha sido significativamente menor a la que se proyectó en el informe financiero de la reforma del 2014.
El análisis de esto debe ser mucho más integral de lo que se hace a partir de un dato. Por último, si uno quiere analizar la bondad o no de un proyecto tributario como el de 2014, no solo tiene que centrarse en los efectos en recaudación, sino en los incentivos económicos que generó y en los efectos sobre la inversión y la complejidad del sistema. Y ahí, no hay dos opiniones: el proyecto de 2014 fue negativo para inversión y crecimiento, generando un sistema tributario mucho más complejo.
- ¿No cambia la evaluación que tienen de la reforma de 2014 tras la Operación Renta?
- La evaluación de la reforma tributaria de 2014 la teníamos desde que llegamos al Gobierno, no es algo nuevo y no ha cambiado. Hay que considerar que la recaudación no ha aumentado como se esperaba, no ha aumentado los tres puntos del PIB que se prometieron. No basta con mirar la Operación Renta de un año para decir si se cumplió o no lo que prometió la reforma.